No lo puedo evitar
¡Ay! cada vez aguanto menos. Me había propuesto
ser una jubilada modélica y no enfadarme , solo vivir relajada, pero eso no va
conmigo.
Todos ya sabéis que voy a un gimnasio y que quizá
por ser una actividad nueva me da mucho juego. Me gustan mucho las clases de
agua, lo que llaman aguagym y aguacombat, que es hacer gimnasia y boxeo en el
agua. El agua es un medio en el que me siento cómoda, no te caes, mantienes el
equilibrio, nadie ve como lo haces, sólo se me ve la cabeza. Es un medio muy igualitario, nadie ve las lorzas ,
llamadas michelines en honor a las
ruedas de coche ( en concreto al muñeco de ruedas imagen de la casa Michelin
como ya sabéis los de Diseño Gráfico) no a la guía de estrellas de buenos
restaurantes, donde con lo que te ponen en el plato es imposible tener lorzas.
Mi problema con estas clases acuáticas son los
otros participantes, hay un grupo de mujeres y un hombre que cotorrean como
loros , cacatúas o un grupo de
alumnos los lunes por la mañana y todos los días a última hora.
Hoy me ha salido todo mi genio ( el de siempre) y
he hecho callar a algunas (que hablaban del sistema de calefacción
que aunque la factura de la luz haya subido no es necesario llevarla a la
piscina ).
Al final de la clase he hecho unas propuestas a
la monitora que da la clase, una jovencita andaluza, simpática y que la supera
n las señoras. Me identificaba con ella porque no se respetaba su trabajo, no
se le hacia caso , ni se le escuchaba, cuando ella se había molestado en
preparar una clase. Identificada con ella , claro que si, los años de dar clase
me han marcado.
Le he propuesto que les llame la atención ( sirve
para poco, pero es lo más simple) que les corrija el ejercicio ( así no podrán
hablar mientras la monitora les dirige la palabra) que diga que otras nos
quejamos ( técnica evasiva, los culpables son otros). Si nada de esto sirve, se puede optar para que al hablar un grupo ( a grito pelado, para superar la música
,que esta a todo volumen) les haga
meter la cabeza debajo del agua y no sacarla hasta que termine la clase. Siempre busco soluciones a los
conflictos en clase aunque esta tenga que se drástica.
¿ Qué ha dicho ella a la última propuesta? Ha afirmado que tal vez sería la más
eficaz. Esta claro que está hasta el gorro .
No me imaginaba que después de 36 años haciendo
callar a los alumnos en las clases
me encontraría con adultos tan impertinentes, incapaces de saber estar, de
respetar el trabajo de los demás y
de no saber estar.
¡Ah ¡ y esto que no es enseñanza obligatoria , no es necesario
estar.
Tu respira hondo, que ya verás como se cansan pronto de la clase. ¡Y mucho ánimo con tus ejercicios!
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