Una novela de un detective noruego.
En primer lugar, tengo que decir que no soy una buena lectora. Soy lenta leyendo y me despisto mucho, lo que me obliga a volver atrás o a recuperar la información de algún personaje, así que mis comentarios literarios son puras elucubraciones mías y poco técnicos.
Últimamente cayó en mis manos una obra de Jo Nesbø sobre un detective noruego.
Lo primero es deciros que los detectives escandinavos todos son iguales: borrachos (mejor dicho, alcohólicos), trágicos, desengañados de la vida, con divorcios traumáticos a sus espaldas, con hijos que les ignoran, poco valorados por sus superiores... En una palabra, que son policías a pesar de todo, o porque no saben hacer otra cosa, pero investigan de cine. Desde luego contrastan con los detectives italianos, como el Comisario Montalbano, o el Comisario Brunetti, que son sibaritas con la comida y el vino, vividores, intuitivos, hacen lo que les da la gana y ridiculizan a sus superiores o cuyos superiores son, simplemente, ridículos.
La primera obra que leí de Jo Nesbø fue "El Muñeco de Nieve" y después me anime con "Petirrojo". Debo decir que me costo entrar en sus novelas, pues escribe en varias épocas simultáneas, con lo cual para mi era un lío saber en que año estaba. Además, nombra a los mismos personajes por su nombre o apellido según los momentos de la historia, lo cual me desorienta y, por añadidura, esta la dificultad que tenía para recordar y reconocer los nombres, vamos que no se llaman Pedro Perez, sino nombres con muchas consonantes, diéresis en cualquier sitio y casi sin vocales. Por último, otra dificultad viene por llevar varias historias a la vez.
Pero tengo que reconocer una cosa: en cuanto empiezas no puedes parar. El protagonista es un policía borracho, alcohólico, trágico, con algunos hechos al borde de la ley, poco querido por sus superiores, que hace lo que le da la gana, que vive en una casa poco confortable, solo, divorciado, amargado y sin amigos. Vamos, un individuo con el que no te apetece tomarte una caña después del trabajo.
La trama de estas novelas es perfecta. Intuyes que conoces al asesino, pero solo al final descubrirás quién es. Te pasas la novela pensando cómo va a terminar y cuando crees que lo has resuelto aparece otro personaje u otra trama que te lo cambia todo. Vas pasando paginas y te angustias y hasta te entra desasosiego, pero no puedes dejarlo. Te enfadas con lo cabrón que puede ser el escritor, ves como manipula al sufrido lector, pero sigues adelante.
Suelo leer antes de dormirme, con estas novelas descubrí que me ponía tan nerviosa que era incapaz de dormirme. Bueno, descubrí que se necesitan un par de valerianas y una tila para conciliar el sueño. Llegué a tener tanta ansiedad que una noche me leí 150 paginas para terminar una de las novelas y conocer el desenlace. Se me hicieron las 3 de la madrugada y tenía ansiedad y un miedo enorme.
Hacia mucho tiempo que no tenía tanta necesidad de terminar un libro, con el agravante de que me produjera ansiedad y no lo mandara a freír espárragos.
Siempre había pensado que la sociedad nórdica era tranquila, sin sobresaltos, de gente feliz, protegidos por el Estado, con unos ciudados que pagan impuestos pero reciben mucho por ellos. En una palabra, la sociedad ideal a la que queremos parecernos.
Creo que prefiero el mundo mediterráneo, un poco golfos y dados al buen comer y al buen beber, no por trágicos sino por disfrutar de la vida.
Lo que si haré será seguir buscando más novelas traducidas al español de Jo Nesbø. No soy masoquista, pero me ha gustado leerlo.
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