Ir de compras
Hoy he ido de compras. Sola. Así
es como hay que ir de compras. De esta forma nadie te dice: "¿esto estas segura
que lo vas a usar?". Sobre todo, hay que ir sola cuando te vas a comprar aquellas
cosas que te apetecen o cuando simplemente vas a mirar si algo te puede apetecer. Se trata de estas ocasiones en que estas convencida de que nada
de lo que te compras es urgente; ni siquiera necesario.
No quiero justificar las compras
compulsivas, pero de vez en cuando el cuerpo te pide lo que necesita: azúcar y
te comes un pastel (mejor haz un postre de los que te propongo); un corte de
pelo y te haces un cambio de imagen; unos trapitos y te sientes, como decía la propaganda de unos
grandes almacenes hace años, "elegante y bonita". Ir de compras sola, sin correr,
sin necesitar algo imprescindible, es como darte un premio alguna vez, es lo
que te pide el cuerpo para seguir adelante. Esta claro que siempre hay que
comprar cosas útiles y que se necesiten.
Yo así lo he hecho.
Yo así lo he hecho.
Hoy he adquirido cosas imprescindibles para mi vida, que me
hacían ilusión, que no pensaba comprarlas, pero que al verlas he recordado que
las necesitaba.
He comprado:
Una báscula electrónica
de cocina, de las que pesan la tara y luego puedes pesar de gramo en
gramo el producto. ¿Cómo se puede vivir sin pesar gramo a gramo sin
equivocarte?.
Una espátula plana para alisar la
cobertura de las tartas. Se han acabado las tartas cubiertas con fondant de distintos grosores y con arrugas en
las cremas. A partir de ahora serán lisas y pulidas.
Un soplete, como los de fontanero
pero en pequeño, que sirve para
caramelizar los postres. Se recarga con un gran cargador de gas (el doble de grande que
el soplete), como aquellos cargadores de los que tenía cuando era fumadora para
recargar los mecheros. Ha pasado tanto tiempo que creía que no existían. Desde
hace años cuando se acaba un mechero te compras otro. ¡No se como he podido
vivir hasta ahora sin caramelizar las matillas o el arroz con leche con un
soplete profesional!
He comprado pinchos de madera,
para hacer pinchos de frutas variadas. Algunos pensareis que se puede come la
fruta a trozos con un tenedor. No me negareis que los trozos de frutas parecen más importantes si están colocados por colores en un pincho de madera. Y si además mojas las frutas
con chocolate blanco y negro antes de engastarlas, entonces saben muchísimo mejor.
He comprado una mini nevera para
llevar la comida al trabajo, es verde pistacho y monísima. Se la he regalado a
mi hija porque yo ya no voy al trabajo. Es un objeto imprescindible para ser
moderno y levar el lunch al
trabajo. Algunos dirán que es fruto de la crisi. Esto es que no tienen visión
de futuro ni de pasado; en este país la fiambrera siempre ha existido, menos
estos años que hemos sido tan ricos.
He comprado un montón de cosas más
de las que se consideran menaje de la cocina. He llegado a casa cargada como una burra, en un tranvía
abarrotado de gente, bastante
relajada y pensando : todo lo que he comprando es imprescindible para mi vida,
lo utilizaré mucho y es una gran
compra. Es decir, me he justificado como se hace siempre en estos casos.
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