Una tarde de sábado de tapas de la India


Ayer a las nueve de la mañana recibí un mensaje de mi amiga B. El mensaje sonaba a: "Ayudame, por favor" pues aunque decía que se había comprometido a hacer unas tapas de la India para la noche, entendí que quería decir: "¿Me puedes hacer unas tapas para esta noche". Creo que lo entendí bien pues en cuanto se lo propuse acepto enseguida.

Las tapas eran para un acto de la ONG Amigos de Odisha, en la que ella participa activamente y yo pasivamente. Doy la cantidad de dinero que tengo estipulada, compro lotería para Navidad y unas camisetas en la campaña del verano y leo todos los correos que me mandan. Paricipación muy pasiva, sin duda.

El problema para mi llegó por la tarde, cuando después de la siesta decidí ponerme en marcha con las tapas de la India. Las especias no son un problema porque estoy bien surtida y tengo un montón. Pero nunca he estado en la India y ni siquiera he comido en un restaurante indio. Mi único conocimiento de la cocina india son las referencias de algunos libros de autores hindues (siempre comen arroz), el pollo al curry de mi madre (que no sé si es comida hindú) y lo que dicen en algun documental de la TV (en el que siempre hacen pan en el horno tandori que yo no tengo, claro). 

Empecé a pensar que las tapas era para una reunión de varias ONG que desde Zaragoza trabajan para la India, que mucha gente de la que estaría allí  ha visitado el país y comido la auténtica comida de la India. En definitiva, que como decía una profesora del Instituto de Tarazona refiriendose a los alumnos: "No hay nada más atrevido que la ignorancia". Y esta vez me lo tuve que aplicar a mí. 

No podía echarme atrás. Estaba segura de que mi amiga estaba ocupada con mil cosas para el acto y no estaba para ponerse a hacer tapas, así que decidí que me atrevía.

Busqué algunas recetas por internet que me sirvieron de orientación y tiré adelante con los ingredientes que tenía en casa y mi surtido de especias. Conseguí las siguientes tapas:
Tartaletas de pollo al curry
Samosas de verduras
Albondigas de lentejas
Salsa de yogur.
Bocaditos de yogur con cabello de angel.

De todas ellas os iré poniendo las recetas. Para las tartaletas de pollo al curry seguí la receta de mi madre que podéis encontrar en el blog. Para las samosas de verduras cogí un surtido de vegetales que había en el frigorífico. Para las albóndigas de lentejas utilicé una calabaza amarilla que me habían traído del pueblo de mi marido. Para los bocaditos de yogur empleé la confitura de cabello de angel que había hecho hace unas semanas con una calabaza que llegó del mismo huerto que la anterior calabaza. Aunque os parezca raro también tenía en casa pasta filo y pasta de empanadillas.

Con todos estos ingredientes preparé unas bandejas muy vistosas. No se si estaban buenas porque no las probé. Que supieran a comida de la India sería pura coincidencia, pero el olor a especias era auténtico y le daba un toque exótico. Utilicé curry, canela, cardamomo, cilantro, nuez moscada, pimienta, jengibre y clavo.

Mi amiga B. me mandó otro mensaje por la noche en el que me decía que todo estaba muy bueno y que había gustado mucho. Podía interpretarlo como una mentira piadosa, pero decidí creérmelo y me fui a dormir bien satisfecha de mi tarde de sábado haciendo tapas de la India


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