Estoy muy bien como jubilada
Han pasado cuatro años desde que me jubilé. Me gustaría que a algunas personas les quedara bien claro que se está divinamente como jubilada. Se podría decir que es el estado natural de una persona que ha trabajado toda la vida es la jubilación.
Esta afirmación viene a cuento de una visita que hice a mis antiguos compañeros de la Escuela de Arte. Como mis amigos de la Escuela van mas apurados que yo con el tiempo, me acerque allí a tomarme una caña con ellos el día que empezaban empezaban las vacaciones del Pilar.
En un centro de trabajo tienes amigos, compañeros y "trabajadores de la misma empresa" , pero claro, tienes que saludar a todos los que te encuentras cuando vas de visita. Cada vez que paso por la Escuela me encuentro con una antigua "trabajadora de la misma empresa". No hago nada por verla pero creo que la veo todas las veces que voy allí. Esta mujer cada vez que me ve me dice: "Cómo se nota que nos añoras y que te gustaría estar aquí."
Como ya he perdido la noción de corrección institucional cada vez le contesto: "Echo de menos a los amigos que están trabajando aquí pero no a los profesores."
Pero no lo entiende, ni se da por aludida, ni se molesta. Sonríe y repite: "Digas lo que digas yo tengo razón y nos echas de menos" . También puede ser que piense que es mi amiga, lo cual sería raro porque siempre que hemos hablado ha sido de cosas profesionales y nunca hemos estado de acuerdo. No nos hemos tirado de los pelos (porque no usamos la violencia física) en las juntas de evaluación final, pero menos "guapas" nos hemos dicho de todo.
Otra cosa importante es que ella hace ya tres años que se podría haber jubilado. Pienso que no lo ha hecho porque no tendría a nadie a quien incordiar. No la soportan ni los alumnos ni los compañeros, pero la escuela es el mejor sitio para que alguien la tenga que seguir aguantando.
Algunos me diréis que cada uno tiene sus circunstancias personales para jubilarse o no y es cierto. Todas los motivos son respetables: pueden ser económicos, por los hijos, por que no saben si podrán aguantar sin ir a trabajar, por la compañía, por la situación familiar y muchas más cosas. Pero hay gente que no se jubila no para seguir sintiéndose útil (algunas no lo han sido nunca), sino que siguen yendo al trabajo cada día para tener a alguien que los siga aguantando y esto es realmente triste para los que tienen que aguantarlos.
Solo quiero dejar constancia de que una vida sin horarios fijos, sin horario de clases, sin tutorías, sin padres que vienen a protestar o a llorar sus desgracias con hijos adolescentes, sin profesores que te dan "por el saco", sin tener que ser políticamente correcta todo el rato, es una vida genial. De verdad de la buena, que decíamos de pequeños. Supongo que os habéis dado cuenta que no me he quejado de los alumnos, ellos están en la escuela por obligación y por necesidad y al fin y al cabo son lo mejor de los centros de enseñanza.
La próxima vez que vaya de visita seguramente tendré que saludarla. Creo que viene corriendo cuando se entera de que estoy por la escuela. Que conste que le doy dos besos. No pienso retirarle el saludo, seguramente me dirá lo mismo y yo de nuevo le contestaré igual. Es que la vida sigue igual hasta en la tercera edad de los institutos. Estoy tan convencida que vive en otro mundo que si leyera este escrito no reconcería que me refiero a ella.
Todo este rollo politicamente incorrecto, pero que sienta muy bien, no lo podría escribir si estuviera trabajando. Hasta para esto es buena la jubilación.
Comentarios
Publicar un comentario