Un gato en el escaparate
En mi pueblo hay una droguería y su propietaria tiene un gato. Pero es el gato, en realidad, el dueño de la droguería porque aunque no tiene papeles que lo confirmen, es el que manda y hace lo que le da la gana.
El escaparate esta lleno de platos, copas y cosas propias de las droguerías. El gato se pasea entre ellas como si aquello fuera una autopista. No rompe nada, ni siquiera tira nada y esto que su dueña le cambia el escaparate continuamente. Hay una cosa que siempre se queda en el escaparate y es una cesta para su descanso. Es el gato mas fotografiado de mi pueblo. La señora de la droguería lo quiere tanto que le ha cedido su negocio para que viva como un raja y la foto lo demuestra. Relajado y un poco exhibicionista en un escaparate para ser contemplado por los paseantes ¡Qué mas se puede pedir!
Esto es un ejemplo de lo que pueden ser unas buenas vacaciones.
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