El niño de 18 años
Desde que me he jubilado hay un tema que está llenando muchos programas de
televisión. Ahora zapeo más que antes. El tema es José Fernando y sus presuntos delitos.
Supongo que todos sabéis quien es José Fernando, Josefer
para los conocidos. Si no lo sabéis, encended la tele unos tres minutos y en
alguna cadena os lo dirán.
No voy a entrar en las cuestiones legales, de las que no sé
nada, pero sí en algunos aspectos de cómo se trata el tema.
Me molesta que continuamente hablen del niño. Tiene 18 años,
es mayor de edad, puede votar,
heredar un millón de euros y gastarlos como quiera y muchas más cosas.
Me molesta que hablen de las malas compañías con las que va.
Hacen referencia a los otros jóvenes como delincuentes comunes que le han
engañado. Él es también una mala compañía para los otros chicos.
Me molesta, sobre todo, que se diga que los chicos a esta edad
son así. Esto no es verdad. La historia de este muchacho me recuerda a las madres que venían a
tutoría y justificaban a su hijo con la premisa de que los demás eran los
culpables. Su hijo era muy
bueno (daba besos a los abuelos),
muy sensible, buen compañero y se
dejaba engañar por los otros. En este caso, siempre les decía que las madres de
los demás pensaban lo mismo, que
era su hijo (de ella) el culpable de
la mala conducta de los otros y que yo no creía a ninguna. Ah!, les indicaba que
detrás de los besos a los abuelos, probablemente habría una compensación
económica, muy lícita por otra parte.
Lo que realmente quiero decir es que, entre mis alumnos, hay muchos que estudian para
sacarse el curso, para sacar nota para entrar en la carrera que eligen, los hay
que se levantan a las seis para llegar a la Escuela a las 8,15, algunos
trabajan para ayudar a sus padres y otros para gastar los fines de semana, para algunos
el regalo de haber aprobado el curso
es la matricula para selectividad (por cierto muy cara). Algunos (bastantes) no estudian nada, vienen cada mañana a pasar el rato, fumarse unos
cigarrillos y cumplir con el pacto familiar de hacer algo.
Pero lo que yo
no recuerdo, en estos 36 años, es que mis chicos de 18 años sean puteros (visitantes asiduos de prostíbulos y
usuarios de los mismos), dispongan de
un millón de euros para gastar ( la mayoría no lo tendrán en su vida), quemen coches y den
palizas a sus dueños .
Mis alumnos, que
se catalogan como malos en las reuniones de profesores, cogen un buen pedo de vez en cuando, se
fuman unos porros (que se lian con gran habilidad ), engañan a sus padres, no
estudian nada, se duermen en clase (en el mejor de los casos), te contestan
alguna vez, pasan de la asignatura, suspenden la Historia y el Arte y alguna
más, llevan tatuajes y poco más. Pero no son usuarios de prostíbulos, no roban, no destrozan las propiedades de los otros y, si tienen algún problema con a policía, es por ¨pasarse¨ en alguna manifestación.
Así que, ¨lo de todos son iguales", señores pensadores de los programas de
TV, nada de nada.
Alguno podéis pensa : A ti no de dirían estas cosas. Siiii.
Os aseguro que cuando buscaban
algún adulto para contarle algunas cosas que les parecían extraordinarias, yo solía estar en su lista.
Sé de los divorcios de sus padres, de problemas familiares, de abortos, de
peleas con sus novios, de su situación económica, de sus fracasos y sus éxitos,
pero no de sus visitas a prostíbulos. Pienso que porque no son usuarios de
estos servicios. Si no fuera así, habría sido un fracaso la educación y poco
util la Historia y el Arte.
Me gusta mucho la reflexión. Clara y contundente. Ojalá la leyeran los tertulianos televisivos. Y estoy completamente de acuerdo.
ResponderEliminarTambién me gustan las recetas, pero de éstas no tengo nada que decir, salvo como dice mi hijo el de la guitarra sonreír y asentir. Y si alguna vez hago alguna (que la haré) seguiré las instrucciones al pie de la letra, incluyendo la compra de una balanza. ¡¡Lo prometo!!!
Muchos besos desde el Parque Roma
¡Hola! Soy Lucía Colom, me diste clase en el 2011 y no hace mucho que me enteré que te jubilaste. A mucha gente nos dio -mucha alegría por tí- pero mucha pena porque queríamos haber ido a verte, y decirte que nos encantaste como profesora. Se que llego un poco tarde -normalmente me pasa- pero quería decírtelo ahora. Quería decirte que has sido una de las mejores profesoras que he tenido, y que siempre tendré muchas cosas que agradecerte. Que de hecho, estoy haciendo historia del arte para ser profesora de ello -y muy contenta- en gran parte gracias a tí. He usado tus apuntes en la carrera. Y quería darte las gracias, no solo de mi parte, sino por mas gente, por todo lo que nos has dado. Por cierto, sigo el blog, me encanta, y espero que sigas escribiéndolo y que no pierdas el interés. Un beso muy gordo.
ResponderEliminar