Creo que puedo ser influencer

Ahora la profesión de moda es ser influencer, ganar millones de euros, vivir exiliados en Andorra (la vella, que la de Teruel esta muy chunga con el cierre de la central térmica), ser gamer (o lo que es lo mismo jugador de videojuegos profesional), hablar diciendo tacos acompañados de un pronombre y alguna preposición (por ejemplo: me cago en tú  puta vida de mierda) y exponerse todo el día ante una cámara.

Esta profesión tiene una serie de características que la hacen única. Lo primero es que no se necesita ninguna formación académica. Las horas que se ha pasado uno delante de una consola, jugando a videojuegos o fotografiándose (selfis), cambiándose de ropa, formando looks, esto es ponerse una camiseta y unos zapatos, son los elementos imprescindibles para obtener una gran formación y prestigio ante los seguidores.

En segundo lugar, no es necesario que lo que hagas lo hagas bien, Si bailas no tienes que hacerlo bien, ni tener ritmo, ni buenas coreografías; solo es necesario que gustes a la gente. Lo mismo ocurre con la moda que te inventas, los videojuegos a los que juegas o los monólogos que te montes; lo único necesario es que las marcas se anuncien en tu página y que tengas muchos seguidores. Se triunfa por hacerlo bien y por hacerlo muy mal, es impredecible. Esta profesión tiene algo de religioso, porque en lugar de tener clientes que te compren el producto, tienes seguidores que te elevan a los altares de los euros.

No se necesitan idiomas, ni ninguna experiencia en alguna actividad laboral. Es imprescindible saber dos docenas de palabras en inglés y utilizarlas como si las hubieras oído en casa desde el día en que naciste. Se trata de que lo mas normal se convierta en exclusivo: tender la ropa en los hilos de la terraza es "sundrying" y así con la mayoría de las cosas. Bueno con dos docenas de cosas, ya que sus conocimientos no son muy extensos. En una palabra están muy especializados.

Hay que reconocer que tener una profesión en la que te conviertes en nuevo rico, en la que subes hasta el infinito en la escala social, sin tener que estudiar una carrera, formarte en las mejores empresas, prepararte unas oposiciones como las de notaria, no tener que formarte durante 9 años para atender enfermos de covid y jugarte la vida cada día, sudar en una cocina para ser chef o cocinero de menú del día, estudiar idiomas para hablar sin el traductor del móvil, no necesitar ningún master de los que dejan baldada la cartilla de tus padres,  es una gran ventaja para las familias. Pienso en los cabreos de algunos padres cuando veían a su hijo agarrado a una consola y ahora qué felices estarán al verlo solicitando un aeropuerto en la Seo de Urgell para ir de Andorra a Madrid en avión privado todos los días.  Estos padres si que estarán satisfechos y dirán: "Esto lo ha conseguido el solito".

Quiero contaros que con la pandemia he tenido una experiencia sensorial muy interesante y os quiero consultar si pensáis que puedo ser influencer. Prometo que no me iré Andorra, que pagaré mis impuestos y que lo único que necesito es un dinero para pagar una buena residencia, mejor si es de las que no se mueren los viejos. Por esto digo lo de buena.

Cayó en mis manos una consola Nintendo con un juego que se llama Animal Crossing. Ya se que no hay ningún niño de mas de tres años que no lo conozca, pero estoy segura que hay muchísimas personas de mas de 60 que no saben lo que es y esto que veían la Clave en TV2 cuando eran veinteañeros.

Me puse a jugar con la maquineta para pasar el tiempo. Creo que esto es ser una gamer o gamera (no se en ingles lo del lenguaje inclusivo como se hace, ya perdonareis). Algún día jugué tanto rato,  que me salieron unas letras aconsejando que mis padres me quitaran la maquineta. Como mis padres fallecieron hace muchos años, no tengo a nadie que me controle, en esto soy como los youtubers, sus padres están ausentes y ellos se montan la vida en su habitación tecnológica.

Para los de mi edad que no conozcáis el juego, del que se han vendido 25 millones en el mundo, se trata de una isla casi desierta, pero de suelo muy fértil, en la que un individuo llamado Tendo aplica un capitalismo puro y duro. Te deja instalar en la isla, pero siempre  estas en deuda con él. El tiene la única tienda donde comprar lo que pone en el mercado y vender lo que consigues en la isla, posee  el único banco, la única agencia de viajes, tiene el plan de urbanismo de la isla, redacta las normas de convivencia, tiene su amazon particular,  domina la actividad bursátil de nabos y posee los proyectos de bricolaje para  que los habitantes  tengan  herramientas y hagan  cosas nuevas. Lo último que digo puede pareceros  propio de un país comunista, pero no es así porque nada se consigue si no tienes dinero (bayas). Lo importante es que todo es muy blanco, es decir , se hace todo con educación y sin palabrotas, ni violencia, ni malos modales, todos los habitantes nos saludamos, intercambiamos regalos y nos queremos mucho.

Reproduzco mientras juego todas mis manías y estereotipos que tengo en mi vida real. Recolecto todo lo que me dan gratis y acumulo objetos, trabajo sin parar todo el tiempo que estoy enganchada, viajo solo a islas cercanas porque no me atrevo a ir lejos y que me engañen las compañías aéreas, llevo dinero al banco porque hay que tener un colchón para por si acaso, saludo a mis vecinos pero los dejo enseguida, porque son unos pesados, y tengo limpia y ordenada mi casa y mi jardín.

¿No creéis que solo me falta grabarme con una cámara mientras juego, comentar con un lenguaje comprensible mis actividades, contar  la intimidades de mis vecinos  y vivir  una vida bucólica recogiendo frutas, desenterrando fósiles, plantando bolsas de bayas que se convierten en arboles que dan dinero y a esperar que lo que consigo en bayas, lo consiga en euros de mis seguidores?

Bueno que no quiero anquilosarme y quiero ser youtuber siendo una gamer. Voy a buscar un coach para que me intrusa en el manejo de las redes sociales. A ver si consigo pagarle con mis habilidades culinarias.

 

 


 

 

 


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