La CUP y la higiene íntima femenina
La
CUP y la higiene íntima
He
buscado un titulo muy cursi porque la noticia exigía algo de humor, ya que por
ser cierta es trágica.
La
CUP de Manresa ha presentado una moción en el Pleno del Ayuntamiento, en la que
propone sustituir las compresas y tampones por sistemas alternativos como esponjas
marinas y compresas de tela. Según los anticapitalistas compresas y tampones son
insostenibles ecológicamente y, además, caros.
Las
mujeres de mi edad, que empezamos a tener la menstruación cuando se usaban
compresas de tela (los tampones tardarían en salir al mercado), pensamos que
los árboles mejor utilizados son los que se convierten en celulosa para estos
productos. Si es necesario sembraré cada año los árboles que he consumido con
la regla a lo largo de cada año de mi vida. Quiero ser ecológica, pero no quiero
ser sucia.
Las
esponjas no las vi utilizar nunca para estos menesteres. Supongo que se
refieren a las esponjas marinas que son blanditas y no a las vegetales, que son
duras. Lo sé porque un amigo tiene en su huerto calabazas de esponja; cuando se
seca la calabaza queda una esponja de esparto en el interior, muy natural, ecológica
y sostenible, pero que raspa lo suyo. Es ideal para fregar la loza y las
ollas cuando la comida se quema y se agarra, pero ni me la imagino en las
partes intimas; ni siquiera en los callos de los pies. Así que como mínimo
esponjas marinas, llenas de agujeritos, que no se lo que pueden retener. Por
otra parte, llevar un animal muerto entre las piernas no es muy apetecible.
Con
las compresas de tela han vuelto a mi memoria aquellos envoltorios de telas que
te ensanchaban las piernas y te exigían llevar faja para que no se desparramara
aquel envoltorio de telas que terminaba con una cuadradita de hilo que según tu
madre sujetaba a las demás. Pero sobre todo he recordado el sistema de lavado,
manual por supuesto, que consistía en lavar en un barreño las compresas
manchadas una y otra vez y siempre con agua fría. Si se te ocurría utilzar agua
caliente se formaba una mancha negra que ya no había forma de quitar. Después
se dejaban en lejía varios días y por último se aclaraban como cien veces para
que no te irritaran la próxima vez. De tal manera que si en una casa había dos
o tres mujeres el perolo de las compresas siempre estaba en marcha. Eso sí, los
paños eran de hilo o de algodón, de lo mas natural. Entre el ajuar de mi madre encontré
algunos con una “M” bordada a punto de cruz, era la inicial de su nombre. Como
preparaban un ajuar con todo lo que necesitarían a lo largo de su vida (sabanas
camisones, colchas, toallas) no podían faltar los pañitos.
No
se si los anticapitalistas de la CUP tenían pensado que se lavaran en el Ayuntamiento,
en este caso siento que no prosperara la moción porque se han perdido un buen
número de puestos de trabajo.
Uno
de los mejores inventos después de la penicilina fue la compresa de celulosa. Primero
gordísima y llena de aire y con el tiempo fina y con un protector de plástico (pecado
ecológico y don divino) con el que no te manchabas.
Pero
la independencia de la mujer "en sus días malos" vino con el tampax.
Esto fue una liberación. Eran pequeños, se llevaban en el bolso, no necesitabas
faja y las piernas se volvían a juntar, es decir volvían a su posición natural.
Y, además, podías llevar pantalones. Fue un invento fantástico; no fue una
liberación legal, para esta hubo que esperar a que se muriera Franco, pero fue
la gran liberación intima y nunca mejor dicho. Los primeros eran difíciles de
conseguir: no se vendían en las farmacias ni en las perfumerías del pueblo. Se
decía que las mujeres que los usaban era de mala vida, así que había que
comprarlos en ciertas tiendas de la ciudad y eran como un tesoro.
Presentar
una moción de esta envergadura les habrá costado mucho y a los ciudadanos de Manresa
también. Pagan a los concejales de las comisiones y a los que asisten al Pleno.
Además, se habrán hecho fotocopias de las mociones, han estado un tiempo en el
Pleno, han votado y luego se ha hecho el acta de la reunión. La política debe
solucionar los problemas de la gente, eso dicen al menos. Tengo una proposición:
por favor, no cambiéis lo que funciona. Si hay que ahorrar en papel no hagáis
carteles electorales, que a los ciudadanos no nos interesa la cara que tengáis.
No mandéis cartitas con vuestro programa, total no vais a cumplirlo. No hagáis fotocopias;
mejor aprendeos la lección de vuestras ideas políticas de memoria. Ahorraremos
en árboles y no nos disgustaremos los ciudadanos.
En
resumen: menos mal que ya he pasado la menopausia porque el futuro en la
higiene íntima va a ser bien jodido.
Buenísimo María. En este post estás sembrada.
ResponderEliminarY por cierto, hay una alternativa muy práctica, económica y ecológica a esos chismes. La copa!