Santuario de Loyola (Azpeitia)


Se trata de un complejo religioso creado en torno a la casa natal de San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús. 

El complejo tiene varias partes. Por un lado la Casa Torre de los Oñaz y Loyola, una antigua fortaleza medieval en los dos pisos inferiores. Por otra parte, a partir del S. XV se construyó un palacio  señorial, austero y severo, como correspondía a un territorio de frontera entre los reinos de Navarra y Castilla, en los dos pisos superiores.

El complejo religioso es un centro de estudios, colegio, biblioteca, lugar de ejercicios espirituales y, sobre todo, un lugar de peregrinación de los fieles a los jesuitas y de todos los interesados en el turismo religioso,  que son muchos,  y además de los jubilados del IMSERSO.

Desde el punto de vista artístico hay que destacar la Basílica, edificio espectacular, en el mejor barroco de influencia italiana, con planta centralizada, cubierta con una cúpula inmensa y con una fachada a modo de atrio con formas cóncavas y convexas. Si, además, tenemos en cuenta que está construida en lo alto de un sistema de escaleras y que desde la fachada se ven los jardines a modo de Versalles, estamos ante el Barroco apoteósico, que tanto gustaba en el S.XVII, donde se mezclan  arquitectura, vegetación y agua, donde la naturaleza y la mano del  hombre se funden en formas de un movimiento continuo y con una mezcla espectacular de materiales, colores y texturas.

A que viene, pues, que le dedique una entrada si todo parece bien. Ahora lo entenderéis. Cuando se visita la Casa Santa (donde nació San Ignacio) hay unos puntos de luz donde se pone un código y un señor (se supone que un jesuita) te cuenta la historia de la vida del fundador. 

En un momento determinado oi la frase que me llego al alma: "San Ignacio fue un poco travieso con las mujeres en su juventud".

Vamos a ver. Hablamos del fundador de la Compañía de Jesús, una de las instituciones más poderosas de la Iglesia Católica y de su fundador, un tiarrón del Norte, que resulta que solo fue un poco travieso con las mujeres. Los jesuitas no pueden ser tan cursis y esto os lo dice una agnóstica practicante.

Ignacio de Loyola era un militar, que fundó una organización religiosa para defender el Papa y la Contrarreforma salida del Concilio de Trento. Llenó la organización que acababa de crear de términos y formas militares que era lo que conocía bien: Compañía, General, Ejercicios espirituales (militares), soldados de Cristo, hábito negro con espada al cinto, etc.

Los jesuitas son los que crearon la Misiones Jesuíticas para defender a los indígenas en América latina. Crearon misiones en Japón, siendo de los primeros  europeos en establecerse en esta sociedad tan cerrada. Acumularon tanto poder que hasta Carlos III los expulso de España. Consiguieron controlar la educación y crear los cuadros políticos de la burguesía del S.XIX. Fundaron la Universidad de Deusto y elevaron la economía a la categoría de esutido universtiario. Se adaptaron al S.XX con la teología de la Liberación en Hispanoamérica y el padre Ignacio de Eyacurria fue asesinado por los paramilitares del Salvador por defender la libertad. Y el  fundador de toda esta organización (mas compleja que la CIA) era "travieso con las mujeres".

¡No seáis ridículos! ¡Esto es una abuso a San Ignacio! ¡Estáis bien seguros de que no os puede tirar de las orejas a los que habéis diseñado este itinerario almibarado por su casa!

Los jesuitas tuvieron tal poder en la Iglesia Católica que al Prepósito General de la Compañía de Jesús, así se llama a su jefe máximo, que esáa en Roma, se le conocía como el Papa Negro. Una de las grandes muestras del poder del Papa Negro fue el Padre Arrupe, médico (alumno de Negrin y compañero de Severo Ochoa ),  poderoso en la Iglesia Católica con el Concilio Vaticano II y que los papas teutónicos se lo quitaron de encima, apostando por un perfil bajo y apoyandose en el OPUS DEI, pero lo han pagado caro.

Es tan fuerte la Compañía de Jesús que, hartos de tener solo un Papa Negro, decidieron que también tendrían el Papa Blanco y llegó a Papa el primer jesuita con el Papa Francisco, argentino para más INRI.
¡Ya basta! Jesuitas que dirigen Loyola, cambien su equipo de publicistas, que seguro que no han estudiado en los jesuitas. Gasten un poco de dinero en el diseño y no utilicen términos ridículos y ofensivos para su fundador. Si el Papa Francisco dice que no se debe procrear como conejos sino que debe haber paternidad responsable, la voz de la Casa Santa de Loyola puede utilizar un termino como "travieso", aunque me resultaría mejor otro, pero no quiero ser ofensiva.

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