Amigas


La semana pasada recibí un correo de una amiga. La llamo amiga, porque esto es lo que fue hace 40 años, cuando vivíamos juntas en Barcelona. Cuando estudiábamos la carrera en la Ciudad Condal  y ni Franco se había muerto. Claro esta, que si viera  a esta amiga por la calle no la reconocería.
Fue una amiga, ya que en aquellos momentos compartimos nuestros pensamientos, nuestros sueños , nuestras espectativas y nuestra vida.Pero hace unos 37 años ( ya es decir) que no se nada de ella. No se si se ha casado, divorciado o tiene hijos. Se que ha sido profesora y que se ha jubilado. Esto último, por lo visto vuelve a unir a las personas e imprime carácter como los sacramentos ( esto me lo enseñaron las monjas).

Sabía mi correo, porque se había reunido en Barcelona con otra amiga de aquella época, que vive en Galicia y que hacia mas o menos los mismos años que yo que  no se habían visto y con otra amiga que vive en Barcelona y que estoy convencida que haría los mismos años que no se veían, pese a vivir en la misma ciudad. Se encontraron como buenas amigas que quedan a tomar un café , que hablan del pasado ( muy pasado, preconstitucional) y que  les parece que hace una semana que no se han visto. A las otras dos las veo con frecuencia ya que son de mi pueblo y esto en mi caso une mucho. Pienso que la jubilación es lo que propicio la reunión y que la nostalgia hizo todo lo demás.

Al abrir el correo, pensé  en ella como una persona conocida.  Recordé los años vividos en Barcelona, la vida de estudiante, las noches de los sábados de marcha y la resaca del domingo, debido más a la mala calidad de lo que bebíamos que a la cantidad. Lo juro, palabrita del Niño Jesús.

Con el correo me envió unas fotos  del verano de 1975, (lo pongo con todos los números para que no os confundáis de siglo), en las que estamos unas  amigas en bañador en Cala Boquer en Pollensa ( es una cala que  hoy en dia sigue virgen , es decir, sin ninguna edificación).La cala está como entonces, no así las personas que salimos en las fotos.

Al contestarle no le pregunte por su vida, ni como le había ido, no se me ocurrió otra cosa que decirle que ya no cabía en el bikini y que todo cambiaba con 40 años. Me contesto  que ella tampoco cabe en el bikini. Pense que,  si nos vemos algún día,  de aspecto al menos habremos evolucionado de la misma manera, con estilo 60 años de profesora jubilada.
 Asi que, con un toque de nostalgia  por el bikini que llevábamos  y  copiando Casablanca ( película que me gusta mucho)  podremos decir: ¨Siempre nos quedará Barcelona".  
¡ Ah! la foto en bikini con 40 años menos y sobre todo 40 kilos menos no os la enseño, no por pudor, a mi me encantaría que me vierais con aspecto de chica de 20 años, sino  por que he aprendido  que lo que pones en la red ya no es tuyo y no puedes controlarlo. Pero la verdad, la gran nostalgia no fue reencontrarme con una amiga de aquellos años, ni recordar tiempos pasados, ni cosas así,  fue verme con el cuerpo de 20 años.

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