La liberación (a medias) de la mujer
Diez mil mujeres desfilaron un día por las calles de Londres al grito
de “¡no queremos que se nos dicte!” y poco después se convirtieron en
mecanógrafas.
G.K.Chersterton
Encontré esta cita leyendo una
novela. Un personaje masculino la tenia enmarcada y colgada en la pared. Pensé “¡que
mala uva!”. Esto es más que ironía y lo que más me fastidia es que analizándola
un poco tiene razón. ¡Ay, que fracaso la liberación de la mujer!
Me gustan estas frases que muestran
la inteligencia de quien las escribe y durante toda mi vida utilice muchas en
mis clases. Servían para cortar la clase, hacer que el alumno rompiera su fase
de ensimismamiento y volviera al aula. Pero esta me fastidia bastante. Será
porque me toca directamente.
Las mujeres de todo el mundo
occidental lucharon por su liberación. No querían que les dictasen lo que debían
hacer, ni sus padres, ni sus maridos, ni los gobiernos de turno. Es cierto que
los hombres les concedieron las libertades legales, pero no les quitaron ninguna
de las cargas que llevaban y decidieron que en el trabajo, mientras pudieran evitarlo
estarían por debajo de ellos. Serían su secretaria, que en muchos casos se asimiló
a “querida”, o lo que es peor, “compañera con derecho a roce”. En este caso no
tienen ni siquiera que pagar el piso ni mantenerlas.
He cumplido 61 años. Estoy
jubilada. Estudie una carrera universitaria, he trabajado en la enseñanza toda
mi vida (hasta hace unos meses). Me creí lo de la liberación de la mujer.
Ahora pienso que me han tomado el
pelo.
No quería ser ama de casa y no lo
he sido; he sido una todo terreno con dos horarios, el del trabajo y el de
casa. Además, con la obligación de estudiar, ponerme al día, ser espabilada,
saber un poco de todo y tener tiempo para todo.
El ama de casa de clase media no
estudió, porque empleo el tiempo en buscar marido. Hoy sé que esto es un
trabajo que hay que planificar, con unos objetivos. Ese ama de casa encontró un
marido que la pudiera mantener a ella y a sus hijos, que trabajara mucho fuera
de casa y no molestase dentro. Consiguió que alguien realizase los trabajos
domésticos ya que ella estaba ocupada. Durante una época de su vida llevo los
niños al colegio, se tomo el café con las amigas y después se puso ansiosa, la
trató un gran médico por alguna depresión, que se curaba siempre saliendo de
casa, divirtiéndose, comprando cosas para ella porque como se suele decir “si no te quieres tu, ¿quién te va a querer?”
¡Ah, y se ha beneficiado de todos los logros legales!
Bueno que no se si otras se han
liberado. A mi me han engañado.
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