Viernes negro (black friday)

Desde hace semanas han empezado los anuncios del Black Friday; se anuncian grandes rebajas e incitan a comprar todo aquello que no necesites, porque es un día de compras y si te pasa se te habrá pasado la oportunidad de tu vida. 

En primer lugar, esta fecha me da un poco de yu-yu. El negro es un color que se relaciona con la muerte (el luto), las cosas que te van mal (tengo la negra), el agotamiento laboral (trabajo como un negro), el enfado (estoy negro), la mala suerte (te han puesto una vela negra), la depresión (lo veo todo negro y así multitud de cosas malas. 

En segundo lugar, al ser una fecha importada de EEUU, me recuerda al Jueves negro (black thursday); el jueves 24 de octubre de 1929 cuando se hundió la bolsa de Nueva York y entramos en la mayor crisis económica de la historia del capitalismo. Fue la mayor  crisis económica que ha sufrido EEUU, la Gran Depresión y de rebote  afectó a todo el mundo-mundial

En tercer lugar, este es el viernes después del día de Acción de Gracias (fiesta en EEUU), que es el cuarto jueves del mes de Noviembre. El día de Acción de Gracias hace referencia a la llegada de los ingleses en el Mayflower a América y al buen recibimiento que tuvieron de los indios. Hoy es una fiesta familiar con pavo, salsa de arándanos y tarta de manzana y sin indios, que ya quedan pocos. 

Como la familia no se volverá a reunir hasta Nochebuena el  viernes es el momento adecuado para comprar los regalos de Navidad. Por lo que es un día negro, porque te gastas un pastón en cosas inútiles, feas, inesperadas y por cumplir, a la espera de recibir muchos regalos bonitos, esperados, deseados y muy útiles. Por lo tanto, es un viernes negro porque antecede una gran desilusión; los regalos nunca son lo que esperaras.

La Gran Depresión fue una crisis de superproducción. Después de la 1ª Guerra Mundial, en la que Europa había quedado destrozada,  los EEUU se pusieron  a producir todo tipo  de objetos que vendían a Europa y a conceder créditos a los países europeos para que compraran más y, mientras, la bolsa de Wall Street crecía como la espuma. Cuando las empresas americanas dejaron de vender a Europa, que a estas alturas ya se había reconstruido y producía por si misma, su producción se resintió porque producían más de lo que vendían, por lo que los stocks se hicieron insoportables. Las empresas necesitaban dinero para comprar materias primas, los bancos reclamaron el dinero a los países europeos (que no lo devolvieron porque lo tenían invertido). Estalló la burbuja bursatil, las acciones cayeron, los bancos se arruinaropn y Wall Street se hundió en un día hasta las profundidades del infierno. También se hundieron las economías familiares que tenían todo invertido en la bolsa; muchas personas al pasar de ricos a arruinados se suicidaron, el país se hundió en la mas absoluta miseria y de rebote la economía mundial se hizo añicos. Así que el jueves fue negro y el viernes mucho más.

El Black Friday  tiene que ver con la superproducción. Las empresas venden todo aquello que tienen en stocks y que llevan un año sin poder vender. Eso si, lo disfrazan de rebajas, de gran oportunidad y de necesidad vital para el comprador. Parece que el viernes negro surgió como consecuencia de que las tiendas estaban en números rojos y para recuperarse pusieron este día de rebajas en un día en que muchos americanos están de puente, relajados en casa; un día en que para pasar el rato se va al centro comercial y se carga para Navidad. Así que, en lugar de tener números rojos, las empresas los tienen negros y las cuentas corrientes de los particulaes, rojos. Se cambian las tornas pero el rojo no se detruye, es como la energía: se transforma en tuyo.

En España vamos incorporando las fiestas de EEUU pero no soltamos las nuestras. Incorporamos los regalos de Nochebuena pero no dejamos los regalos de Reyes. Nos disfrazamos en Halloween pero hay que repetir para Carnaval. Celebramos el Black Friday y repetimos en las rebajas. La celebración que parece genuinamente española es la Cuesta de Enero,  que no nos la quitamos ni tosiendo. 

La Cuesta de Enero es una celebración deprimente. Consiste  en mirar la cuenta  corriente que está un poco roja después de los excesos en Navidad, en rezar (aunque seas ateo) para que no te carguen mas recibos, en acordarte de todos los santos para que no surja ningún imprevisto económico y en lamentarte como una plañidera de los excesos cometidos. Miras los cacharros que comprastes en el Black Friday y que nunca funcionaron, los regalos de "una tontería" que compraste para Nochebuena y que ocupan espacio en tus cajones, el bolso horrible que te regalaron para Reyes, el chaquetón una talla pequeña que te compraste en las rebajas (y que esperas adelgazar para ponértelo) y también miras tus números rojos en tu cuenta corriente y poco a poco te pones negra.

No me queda más que desarte ¡buena temporada de compras!

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