Algo bueno de mis años de escuela



Hoy he recibido este correo de una alumna y, después de un verano bastante chungo por cuestiones de salud durante el cual no había vuelto a escribir en el blog, me he animado a hacerlo de nuevo.
Me encanta, es decir, levanta mi ego que pasados los años los alumnos sigan acordándose de mi en positivo y de esta forma tan cariñosa.
El año que me jubilé realicé un viaje de estudios por Castilla-Leon. En aquellos momentos tenía un problema en la rodilla, pues me habían operado de una rotura de menisco. Hice el viaje con una muleta para andar mejor y conseguí no cansarme y hacer todas las visitas programadas. Si  ver a unas profesoras con cincuenta alumnos cruzar las calles de una ciudad siempre impone respeto a los conductores, ver que una de ellas va con una muleta que levanta para parar a los coches y que pasen los alumnos por cruces mal señalizados hace que los conductores frenen en seco y que te miren con cara de lástima.
Acompañar a los alumnos a la selectividad es algo que no olvidan ellos por lo que les suponía, pero yo tampoco. Llevaba una bolsa de subsistencia con caramelos para las bajadas de azúcar, compresas para las necesitadas, pañuelos de papel para las alergias y resfriados, bolígrafos para los olvidadizos y listas de alumnos y teléfonos para encontrar a los que se perdían, identificarles si se les olvidaba el DNI, llamar los padres para que trajeran la documentación y todo aquello que venía al caso en unos días en que los nervios jugaban malas pasadas.
Que mis clases de Historia del Arte entusiasmaran a algunos alumnos era algo que mi me encantaba. Los madrugones, las horas corrigiendo y algún que otro cabreo han valido la pena. Que mis clases sean útiles cuatro años más tardes en cursos superiores me llena de orgullo, es decir, que me hicho un montón.

Este es el correo:

Hola María! Llevo unos días acordándome de ti y me apetecía saber como estabas.
No se si me pondrás cara pero yo estuve en tu último viaje de estudios y en la última selectividad a la que nos acompañaste, soy …
Quería contarte como me están yendo las cosas. Tus clases marcaron un antes y un después en lo que iba a a ser mi futuro académico, pues descubrí que me fascinaba toda la historia pasada relacionada con el arte, las raíces de lo que conocemos ahora, y eso me terminó de animar a seguir en esta aventura.
Aprobé la selectividad pero yo ya tenía en mente cursar el grado superior de diseño …   de la escuela. Entregué el proyecto final en enero de este año, y después de 2 años muy intensos me despedí de la escuela de Arte para pasar a la escuela Superior.

Este año he empezado la carrera de diseño de .......... y tengo historia del arte y del diseño como asignatura ahora en primero. Como mucha gente no proviene de un bachillerato o estudios artísticos estamos dando pinceladas muy superficiales, y en esas clases, con todo mi respeto al profesor, no puedo evitar evadirme 4 años atrás a tus maravillosas clases.
Gracias por la pasión con la que nos enseñabas, por tu poca paciencia y por tu buena intención y tu buen fondo.
En todo momento sé de lo que mi profesor habla y a veces incluso siento que se me apelotona información en la cabeza que me gustaría aportar, en esos momentos no puedo evitar acordarme de ti, y por eso gracias.

Espero que estés disfrutando y descansando, y que sigas con tus postres. Un beso muy grande


Es muy interesante el apartado de las gracias porque me da las gracias por lo que aprendió y que le sirve para sus clases actuales. También por la pasión que ponía en mi trabajo, por mi buena intención y por mi buen fondo, pero también por mi poca paciencia. Conociendo a la alumna, a la que recuerdo perfectamente, sé que no quería poner esto, pero la traiciono el subconsciente y puso la verdad. Porque la paciencia no fue nunca, ni es, una de mis virtudes. Más bien soy un terremoto que va por la vida.
Y en honor a ella os pondré la receta de una tarta espectacular

Comentarios

  1. Hola María, aquí ...

    Acabo de leer tu maravilloso Blog y esta (para mi) emocionante entrada. Tienes toda la razón, quise escribir ''poca paciencia'' pero olvidé las comillas. Precisamente porque todos los alumnos que te hemos tenido como profesora es lo que pensábamos cada septiembre al conocerte y cuando nos seguimos viendo años después sigue siendo un tema de conversación. La poca paciencia que parecía que tenías y sin embargo la infinita que demostraste siempre para todos y para todo, todo lo que nos ayudaste dentro y fuera de la Escuela, y todas las oportunidades que nos diste para sacar la mejor versión de nosotros mismos incluso cuando, a esas edades tan malas, nos creíamos incapaces.
    Me gustaría que pudieras vernos por un agujerito cuando nos pasamos por la Escuela y hablamos con los chicos y chicas de bachillerato y les peguntamos como les va. Cuando nos hablan de la asignatura de Historia del Arte y te nombramos siempre nos preguntan ''¿Y quién es La Bauza?'' No podemos evitar mirarnos entre nosotros y entre risas y alguna que otra cara de susto decir ''... no sabéis lo que os habéis perdido.''

    Gracias por el amor incondicional a tus alumnos a pesar de hacerte las mil y una porque eso, es vocación.

    PD: Tendré que dejar de lado este verano los libros de historia, el temario que veo por aquí de mermeladas, ensaladas y postres me parece tremendamente interesante!

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    Respuestas
    1. Gracias por todo lo que dices. vale la pena heber estado en las clases , algunas veces en tensión, si luego te recuerdan asi.
      Ponte con las recetas y ya verás que son muy gratificantes, todo el mundo te lo agradece.
      Un abrazo.

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