Se termina el verano

Llevo mucho tiempo sin escribir en el blog. No he escrito nada desde que empecé el verano vacacional. No me he olvidado de mi él, ni he dejado de cocinar. Los motivos son varios.
Para empezar, debo decir que en mi casa de Pollensa no tengo internet y debo subir los escritos al blog cuando voy al bar. Eso no es problema porque una de mis actividades diarias cuando estoy de vacaciones es ir al bar a tomar cafe todas las mañanas.
Lo que de verdad es un problema es que este verano no me llevé ordenador sino una tablet. Escribir en este artilugio es muy complicado, la pantalla es táctil y mis dedos, muy gordos por lo que escribir un par de lineas ya es una aventura, así que estoy totalmente limitada.
A mi lo que me gusta es un ordenador grande, en el que se vean bien todas las letras y un ratón para mover el cursor. Lo táctil me viene un poco grande.
Por otra parte era verano y, aunque ya no son las vacaciones de cuando trabajaba, me gusta cortar con todo lo que hago el resto del año. No voy al gimnasio, sino que doy paseos por el campo. Voy a la playa a partir de las seis de la tarde, no porque los médicos digan que tomar el sol no es bueno, sino porque me gusta que la playa este vacía y no haya guiris. Leo más que en todo el año, sentada en el sofá  y con las persianas cerradas para que no me dé el sol. Pero sobre, todo el verano es para salir a cenar y a tomar una copa.
Os pasare algunas recetas de las comidas de este verano: tarta de albaricoque, langosta encebollada, rabo de toro, caminantes en salsa, paella de pescado, quiche de calabaza y pollo, crema de tomates secos, espaguetis con cebolla y ternera, crema de tomates secos, helado sorpresa, mermelada de higos, mousse de frutas y otras cosas. Entre lo que yo he preparado y lo que he comido en otras casas tengo un montón de receta nuevas.
Lo que me gusta del verano en mi pueblo es esta sensación de no hacer nada: las faenas de la casa se hacen a ritmo lento para no gastar energía, salimos a tomar el cafe a una terraza y pasamos un par de horas, leemos en el sofá, caminamos por el campo cuando se pone el sol.
La actividad mas habitual es comer con los amigos, así que entre las invitaciones a las distintas casas y salir a cenar para conocer sitios nuevos se ocupan muchos días, de hecho hay que llevar un calendario para no equivocarse y como las cenas terminan con una copa también es la época del año en que bebo mas alcohol.
Hay otras actividades que hago todos los veranos: voy a Camper a comprar zapatos. La fabrica de Camper esta en un Inca, un pueblo a 25 Km del mío y allí hay una nave inmensa con zapatos expuestos por números y te los puedes probar todos sin que ningún dependiente venga a decirte nada. Al terminar  si te gustan algunos vas a caja y los pagas. Lo mejor es que están a mitad de precio que en las tiendas Camper de todas las ciudades.
Otra actividad que hago todos los veranos es comprar especias. Este año he descubierto un almacén en Senselles (un pueblo del interior) que solo vende especias y me puse las botas de comprar sustancias exóticas y olorosas: bayas de enebro, canela en rama, nuez moscada entera, clavo, pimienta de colores, pimienta de Jamaica; y otras más normales como pimienta negra o pimentón. Lo mejor fue la señora del almacén, que ademas de dominar el mundo de las especias, con sus 70 años dominaba el ordenador como un profesor de informática. Vamos que la señora tiene futuro.
No todo ha sido bueno . He pasado mucho calor, muchísimo; lo mas apreciado ha sido el aire acondicionado. Y he vuelto con unos kilos mas, así que ya estoy empezando con las verduras y pronto volveré al gimnasio. Y no sigo, que acabaré con una culpa enorme y no quiero.

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