El buen tiempo

Llevo un par de semanas hundida en la miseria, tengo calor, sudo al menor esfuerzo, no tengo ganas de hacer nada, ni siquiera escribo en el blog y todo esto según los metereólogos porque hace buen tiempo.

No entiendo que el buen tiempo se tenga que relacionar con el calor, la deshidratación, el sol, los 40º a la sombra, estar en casa con las persianas bajadas, no poder dormir por la noche y arrastrarse por la casa como un alma en pena resoplando. Porque no se   relaciona con las máximas de 20º,  los días lluviosos y nublados , un poco de aire fresco que espabila por las mañanas, la calefacción y la mantita en el sofá y un edredón de plumas en la cama para dormir bien acurrucada por las noches.

A mi me gustan los días que puedo llevar el paraguas abierto porque llueve, ver a los niños con botas de plástico chapoteando en los charcos, mucho mas seguros que las piscinas, llevar  un fular de colores para alegrar la cazadora, poner la calefacción en casa y tomar un te calentito.

No entiendo la euforia que tienen algunos en cuanto llega el verano, tiene un subidón la energía , se les alegra la mirada y correr a tostarse  al sol como si fueran una tostada del desayuno, si, como una tostada y requemada en muchos casos. Todos sabéis que el pan requemado sabe mal, por lo que  requemar el cuerpo  también es malo . Los dermatólogos lo repiten continuamente pero no tienen mucho éxito.

Desde que hemos empezado junio ya hemos tenido unas cuantas olas de calor y en el mes de julio ya llevamos dos  y parece que ya viene la tercera. Lo  primero que no entiendo es que se enumeren las olas de calor cuando todos los días hace el mismo calor, seguramente es para  hacerse los interesantes los hombres y mujeres que pronostican el tiempo en las televisiones. Están felices , cada día sonríen mas , tiñen el mapa de un rojo intenso y ponen unos soles enormes  que mueven  unas llamas que les salen con gran coquetería por todo alrededor. Todos dicen : buen tiempo en toda España.

A mi no me gusta el verano, cuando trabajaba tenía el aliciente que estaba de vacaciones y no corregía exámenes. Me siento alicaída y parece como si un monstruo me arrebatara la energía, no tengo ganas de hacer nada y menos comiditas. En la cocina hace un calor espantosos y si enciendes el horno ya te encuentras en una sauna de tortura.

No me gusta  ver este color rojizo que viene del Sahara y penetra en la península y formando olas llena todo el mapa. Prefiero las borrascas que vienen del Atlántico , con las isobaras bien juntas y una línea curva  con triangulitos  negros que quiere decir se acerca un frente frío.

Me quedan tres meses de buen tiempo meteorológico para que llegue mi buen tiempo y resucite del letargo veraniego y vuelvan a funcionarme las neuronas que con el calor les pasa como a los aparatos electrónicos entran en shock y dejan de funcionar.